10 actividades para un día de nieve
Cuando haga demasiado frío y nieve para salir al exterior, puedes traer la nieve al interior con algunas de estas divertidas actividades sensoriales. Tu hijo podrá experimentar la nieve con todos sus sentidos mientras aprende conceptos importantes como «frío» y «mojado», secuenciación mientras construyes un muñeco de nieve y predicción de lo que ocurre cuando la nieve se derrite. Pon una toalla en el suelo por si se moja.
#2. Jugar en una piscina de nieve
Dependiendo del interés y la habilidad de tu hijo, también puedes llenar de nieve una piscina de plástico para bebés y dejar que se siente en ella con sus juguetes para recoger nieve, coches o camiones. Póngale un traje de nieve, botas y manoplas para que no pase frío.
#4. Lanza bolas de nieve
Después de hacer algunas bolas de nieve, practica lanzándolas a un cesto de la ropa sucia o a un cubo. ¿Se queda pegada la bola o se deshace?
#5. Haz huellas de manos o pies en la nieve
Traza algunas letras o formas con la punta del dedo. Los cortadores de galletas son divertidos para hacer galletas de nieve cuando la nieve es densa y húmeda.
#8. Escucha cómo cae la nieve
¿Qué oyes? A veces, cuando nieva, todo parece tranquilo. Escucha la quitanieves, a la gente palear su acera o la nieve que cae de la rama de un árbol con un «golpe seco». ¿Oyes «crujir» la nieve cuando caminas sobre ella?
#9. ¿De dónde viene la nieve?
¿De qué está hecho? A veces es seco y pulverulento. Otras, húmeda y pesada. Utilice descripciones verbales para dar sentido a la experiencia de nieve que está viviendo su hijo. Etiqueta la información sensorial, por ejemplo: «Estás tocando la nieve. ¡La nieve está fría! Menos mal que llevas las manoplas rojas para mantener las manos calientes».
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