¡Así es como ruedo!
Rodar es un gran paso en el desarrollo sensorial humano, ya que el niño va adquiriendo un sentido interno de su cuerpo y de cómo puede moverse para conseguir un objetivo. He aquí por qué es importante esta habilidad.
Darse la vuelta es más difícil para un niño ciego o con baja visión. Para un niño con discapacidad visual es más difícil saber que un juguete u objeto existe cuando está fuera de su alcance y de su vista. Rodar es una forma estupenda de practicar la permanencia de los objetos mediante el tacto o la baja visión.
Un niño con discapacidad visual no tiene las motivaciones típicas que generan curiosidad. Necesitan adaptaciones del entorno que se ajusten a su estilo único de curiosidad. Y, por último, para un niño con discapacidad visual es más difícil pasar de una posición estática porque las «posiciones intermedias» proporcionan menos comodidad y son físicamente complicadas. |
Duración
Esta actividad te llevará entre 5 y 10 minutos, dependiendo del humor y el interés de tu hijo.
Materiales necesarios
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Pasos de la actividad
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Consejos
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