Estrabismo
Características de la enfermedad
El estrabismo se caracteriza por una acción desigual de los seis músculos oculares extraoculares, lo que provoca una desalineación de los ojos. El desequilibrio puede ser del eje horizontal o vertical y provoca dificultades en la visión funcional. Esta afección suele ser secundaria a otras deficiencias visuales. Afecta a la capacidad de ambos ojos para enfocar un objeto y fusionar las dos imágenes en una sola (visión binocular). La visión binocular es necesaria para la percepción de la profundidad y la visión tridimensional (estereopsis).
La alineación incorrecta de los ojos puede producirse en cualquier dirección: hacia dentro, hacia fuera, hacia arriba, hacia abajo o en sentido rotatorio. La magnitud de la desviación es el ángulo en el que el ojo está desalineado. En ocasiones, el estrabismo infantil tiene implicaciones neurológicas y puede estar relacionado con un tumor cerebral, una infección, un traumatismo o una afección congénita como la hidrocefalia. Cuando el estrabismo está presente en todo momento en condiciones de visión binocular, se denomina estrabismo manifiesto, heterotropía o tropía. El estrabismo presente cuando sólo se ve un ojo se denomina estrabismo latente, heteroforia o foria. La dirección de la desviación y si es latente o manifiesta se describe con los siguientes términos:
Tratamiento
El principal objetivo en el tratamiento del estrabismo es una visión clara (agudeza) en cada ojo, ojos estéticamente rectos y visión binocular. La fusión es la capacidad del cerebro para combinar las dos imágenes similares recibidas de cada retina en una sola imagen o imagen mental. La fusión debe mantenerse incluso cuando los ojos convergen, divergen y cuando la mirada se dirige en diferentes direcciones. En algunos casos, el mejor resultado que se puede conseguir con el tratamiento es la fusión en la mirada primaria.
Una historia oftalmológica precisa es una herramienta importante para el diagnóstico, pronóstico y tratamiento adecuados del estrabismo. Los siguientes puntos son consideraciones en casos de estrabismo. El estrabismo suele ser hereditario, por lo que es necesario revisar los antecedentes familiares. La edad de aparición es un factor importante. Cuanto más temprana es la aparición, peor es el pronóstico para la fusión y la visión binocular verdadera. La aparición puede ser gradual, repentina, intermitente o asociada a una enfermedad sistémica. La condición en la que el estrabismo es más notable determina el tipo de desviación. Por ejemplo, ¿se cruzan los ojos cuando el niño ve objetos cercanos o cuando está cansado? ¿Se desvía un ojo cuando el niño mira objetos a distancia o sueña despierto? ¿La desviación es constante? ¿Cierra un ojo cuando le da el sol? Por último, es importante saber si los ojos están en posición recta en todo momento o si siempre están desviados. Entre el dos y el cinco por ciento de todos los niños tienen alguna forma de estrabismo, y es raro que el «estrabismo infantil» se supere. Tras el diagnóstico, a cualquier edad, lo mejor es iniciar inmediatamente el tratamiento. Cuanto antes se detecte y se trate, más posibilidades habrá de conseguir una buena visión estereoscópica y una agudeza visual igual. En general, se cree que si los ojos se enderezan lo más posible a los 2 años, mejor será el resultado a largo plazo para el mejor desarrollo posible de la agudeza visual. El resultado estético y funcional también será más óptimo. No existe una edad límite «mágica», y pueden obtenerse buenos resultados más tarde; sin embargo, el cerebro es más receptivo a las mejoras a una edad más temprana, y las modificaciones en la creación de conexiones sinápticas entre el ojo y el cerebro se hacen más difíciles con el tiempo. La negligencia en el tratamiento del estrabismo puede dar lugar a un aspecto estético indeseable y a traumas psicológicos, sobre todo cuando el niño alcanza la edad escolar. Y lo que es más importante, la ambliopía (ojo vago) suele desarrollarse si se descuida la entrada visual de un ojo. Si no se diagnostica y trata antes de los siete u ocho años, el impacto en la agudeza visual final del ojo más débil puede ser bastante grave. La ambliopía debe tratarse por separado del estrabismo; consulte el artículo sobre ambliopía. El tratamiento del estrabismo lo realiza mejor un oftalmólogo y, cuando esté disponible, debe consultarse a un oftalmólogo pediátrico. Los planes de tratamiento pueden incluir lo siguiente:
Al evaluar la agudeza visual de un niño discapacitado visual con movimientos oculares anormales, es necesario modificar el procedimiento. Por ejemplo, al adaptar el procedimiento de la tarjeta de agudeza visual con un niño con esotropía, el ojo desalineado se vuelve hacia dentro, hacia la nariz, y el otro ojo puede permanecer en posición normal al intentar mirar las líneas de la prueba. Puede resultar difícil para el evaluador distinguir la fijación preferente en las líneas porque el ojo ya está girado hacia la nariz. Los evaluadores han observado que estos niños sólo responden cuando las líneas se presentan en un lado. Puede ser necesario presentar la tarjeta muchas veces antes de poder determinar si el niño con estrabismo puede ver el enrejado de las líneas de la tarjeta. Se ha comprobado que es útil presentar las tarjetas verticalmente. Se recomienda que, si se compara la agudeza visual de cada ojo, se utilice un procedimiento similar para examinar los dos ojos a la vez.
Posibles efectos en el funcionamiento visual
El estrabismo afecta a la visión binocular, la percepción de la profundidad y la coordinación ojo-mano. Los distintos tipos de estrabismo (comentados anteriormente) pueden provocar fatiga visual. También pueden dificultar el seguimiento de objetos que se mueven rápidamente, el seguimiento, la fijación y la exploración. El estrés y la fatiga suelen reducir el funcionamiento visual de estos niños.
Adaptaciones visuales y otras consideraciones
El estrabismo debe tratarse como se ha comentado anteriormente, y con cuidados diligentes y técnicas médicas modernas, la mayoría de los niños con estrabismo no tendrán ninguna limitación visual. Una minoría de niños, en particular los que padecen afecciones médicas complejas como parálisis cerebral, trastornos del movimiento y afecciones del sistema nervioso central, tendrán algún grado de estrabismo intratable y se beneficiarán de un entrenamiento adaptativo. Cuando existe un defecto de refracción, debe fomentarse el uso de lentes correctoras en todo momento.
Algunos niños pueden necesitar que se les enseñen estrategias como utilizar un ojo para ver de lejos y el otro para ver de cerca. Los giros e inclinaciones de la cabeza son una adaptación común al estrabismo y pueden dar lugar a una alineación suficiente cuando la fusión es posible. Cuando se ayuda por primera vez a los niños pequeños con estrabismo a aprender a seguir objetos, el movimiento debe ser lento. Permita que el niño toque el objeto que está siguiendo y déle tiempo para recuperar la fijación cuando la pierda. Al principio, deben utilizarse objetivos grandes y fáciles de ver sobre un fondo contrastado para que «mirar» sea más fácil. Más adelante, cuando el niño empiece a aprender a leer, el uso de un rotulador negro puede ayudarle a mantener su posición en una línea impresa. Referencias para lecturas complementarias
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Article by Dennison, E.M. (2003) Eye Conditions in Infants and Young Children that Result in Visual Impairment, and Syndromes and Other Conditions that May Accompany Visual Disorders. North Logan, UT: Hope Incorporated
photo: ABC Eyes Pediatric Ophthalmology, PA
photo: ABC Eyes Pediatric Ophthalmology, PA