Glaucoma
El glaucoma es un grupo de enfermedades que dañan el nervio óptico del ojo cuando la presión intraocular es demasiado alta.
Los daños del glaucoma pueden provocar una pérdida grave de visión. Normalmente, la presión es demasiado alta porque el ojo produce líquido pero no lo drena bien. El glaucoma es más frecuente en los adultos mayores, pero puede aparecer a cualquier edad. Los signos y síntomas del glaucoma en bebés y niños difieren de los de los adultos.
Tipos y causas de glaucoma en niños
El glaucoma infantil puede ser primario o secundario. El glaucoma infantil primario no tiene una causa específica identificable y es más frecuente que otros tipos. El glaucoma secundario está causado o asociado a otras afecciones oculares o sistémicas.
Existen diferentes tipos de glaucoma congénito primario que se producen al nacer o en los primeros años de vida. Estos tipos son el neonatal, el infantil y el de aparición tardía. El glaucoma neonatal se produce al nacer o durante el primer mes de vida. El glaucoma infantil se produce entre los meses 1-24. El glaucoma de aparición entre los 2-3 años se denomina de aparición tardía. El glaucoma después de los 3 años se denomina glaucoma juvenil. El glaucoma infantil también puede estar asociado a distintas afecciones como el síndrome de Axenfeld-Reiger, la aniridia, el síndrome de Sturge-Weber, la neurofibromatosis, el uso crónico de esteroides, traumatismos o cirugía ocular previa como la extracción de cataratas en la infancia. En estos casos, el glaucoma se denomina glaucoma secundario. No todas las personas con estas afecciones padecerán glaucoma, pero quienes las padezcan deben someterse a controles periódicos. ¿Es frecuente el glaucoma?
El glaucoma infantil es relativamente raro y varía según la región. En los países occidentales, el glaucoma congénito primario se da en 1 de cada 10.000 nacidos vivos. En Oriente Medio, el glaucoma se da hasta en 1 de cada 2.500 nacidos vivos.
Sin embargo, si un niño está operado de cataratas o padece alguna de las afecciones mencionadas anteriormente, el riesgo de glaucoma es mucho mayor. Por ejemplo, hasta el 30% de los niños operados de cataratas pueden desarrollar glaucoma durante los cinco primeros años tras la intervención. ¿Es hereditario el glaucoma?
Algunos tipos de glaucoma infantil pueden ser hereditarios. Alrededor del 10% de los casos congénitos primarios son hereditarios, y se han identificado mutaciones genéticas específicas. Otras afecciones que causan glaucoma secundario también pueden ser hereditarias, pero la incidencia del glaucoma asociado a estas afecciones es menos predecible.
¿Cuáles son los síntomas?
Glaucoma juvenil: El glaucoma juvenil suele desarrollarse sin síntomas evidentes, de forma similar al glaucoma del adulto. Las personas con glaucoma juvenil suelen tener antecedentes familiares de glaucoma y presión ocular alta. También puede haber signos de daño del nervio óptico en el examen ocular.
Evaluación y diagnóstico
Las distintas partes de la exploración ocular ayudan al oftalmólogo a determinar el tipo de glaucoma y su gravedad. Dependiendo de la edad y la cooperación del niño, algunos o todos los exámenes oculares pueden dar mejor información si el examen se realiza mientras el niño está anestesiado. En concreto, el oftalmólogo comprobará la presión ocular, el tamaño de la córnea, la claridad de la córnea, el grosor de la córnea, la zona de drenaje de líquido del ojo, la longitud del ojo, el error refractivo (necesidad de gafas para enfocar) y la salud del nervio óptico.
A los niños mayores también se les puede examinar la visión periférica para detectar signos de daño en el nervio óptico. Otras pruebas, como la tomografía de coherencia óptica (OCT), pueden ayudar a detectar signos sutiles de glaucoma. Tratamiento
El glaucoma infantil se trata reduciendo la presión ocular con medicamentos (colirios o medicamentos por vía oral) y/o cirugía ocular.
La cirugía es el tratamiento más habitual del glaucoma congénito primario. La trabeculotomía y la goniotomía son las cirugías más comunes para abrir el sistema de drenaje del ojo y ayudar a que el líquido ocular drene mejor en el glaucoma congénito primario. Hay otras cirugías que crean una ruta de derivación para el líquido que hace el ojo para ayudarle a drenar mejor. La trabeculectomía crea una abertura en la parte frontal del ojo que se cubre con la conjuntiva (la película que recubre la parte blanca del ojo) para facilitar el drenaje del líquido ocular. Un tubo de derivación es un pequeño dispositivo que se coloca dentro del ojo para ayudar a drenar el líquido. Los procedimientos con láser también pueden ser útiles en algunos casos de glaucoma. El tratamiento del glaucoma puede requerir múltiples procedimientos y exámenes bajo anestesia para ayudar a proteger la visión. Incluso después de la cirugía, puede ser necesario tomar medicamentos para controlar la presión ocular. Los colirios y los medicamentos por vía oral suelen ser los tratamientos principales del glaucoma juvenil y secundario. El éxito del tratamiento de la presión ocular alta no es el único factor para ayudar a los niños con glaucoma a desarrollar una buena visión. Muchos niños con glaucoma desarrollan otros problemas oculares como miopía, ambliopía y estrabismo. Estos problemas oculares pueden requerir tratamiento con parches, gafas u otras intervenciones quirúrgicas. A pesar de un tratamiento oportuno y agresivo, el glaucoma infantil puede causar una pérdida significativa de visión. Por lo tanto, el diagnóstico y el tratamiento precoces, así como un seguimiento estrecho, son cruciales para un resultado visual satisfactorio. |
Source: American Association for Pediatric Ophthalmology and Strabismus