Contenedores sensoriales navideños
Capture las vacaciones en tres contenedores sensoriales que su hijo puede tocar, oler e incluso saborear.
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Cubo sensorial de chocolate caliente
Además del increíble olor a chocolate, este cubo sensorial funciona por el uso del contraste. Elige tazas y utensilios de colores que resalten sobre el marrón oscuro de los cereales. Un cuenco de metal también creará más sonido y reflejos cuando se remueva el contenido del cubo. Una vez montado el cubo, deje que su hijo se divierta removiendo, recogiendo y vertiendo la mezcla, contando las bolas de cereales o aplastando los malvaviscos. ¡Incluso puede comerse los cereales!
Ingredientes:
Juego acuático con bastones de caramelo
Jugar con agua puede ser una actividad muy relajante. Añadir bastones de caramelo o caramelos de menta Starlight hace que el agua parezca y huela a las fiestas, y el dibujo rojo y blanco de los caramelos proporciona el contraste visual justo, sobre todo si tu cubo es blanco. Para no abrumar a tu hijo con el olor a menta, añade sólo unos pocos caramelos al agua caliente cada vez. Las botellas exprimibles hacen que sea divertido echar más líquido o color a la mezcla, y para un niño que duda en meter las manos en el cubo, son más fáciles de introducir en el concepto de mojado y seco. A medida que añadas más agua al cubo, no dejes de hablarle de lo que estás haciendo y del sonido que hace el agua al salpicar en el cubo. Lávale las manos a tu hijo después de esta actividad porque puede que las tenga pegajosas.
Ingredientes:
Papelera sensorial Lazos de Navidad
Este cubo sensorial es muy fácil. Puedes llenar un cubo pequeño con lazos que tu hijo pueda tocar con las manos o los pies, o una bañera más grande o un cesto de la ropa sucia en el que pueda sentarse. Los colores brillantes de los lazos son muy atractivos para los niños con discapacidad visual. Despega el dorso de un par de lazos y pégalos en las partes del cuerpo de tu hijo (pies, barriga o manos). Pregunte a su hijo: «¿Puedes encontrar el lazo en los dedos de los pies?». O simplemente deje que su hijo explore lo pegajoso que es el lazo. Asegúrate de supervisar esta actividad porque los lazos tienen grapas diminutas que pueden introducirse accidentalmente en la boca de los más pequeños.
Ingredientes:
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